
ESA EXTRAÑA Y COMÚN Y NECESARIA HABILIDAD DE REÍRSE DE LA DESGRACIA
No siempre que nos pase algo malo podemos reírnos, pero podemos reírnos de lo malo que nos pase. Y, a veces, es casi tan bueno como llorar.
No siempre que nos pase algo malo podemos reírnos, pero podemos reírnos de lo malo que nos pase. Y, a veces, es casi tan bueno como llorar.
En este post te explico una sencilla estrategia para detener el 'sí' automático a todo y priorizarte a la hora de decidir.
Nos hablamos. Nos hablamos mucho. De ahí la importancia de cuidar lo que nos decimos... para cuidarnos a nosotros mismos.
Necesitamos cierta sensación de control. Pero cuando la necesidad es excesiva se vuelve en nuestra contra. ¡Aprende a renunciar al exceso de control!
Enamorarse de personas con las que no se da reciprocidad o cuya relación está destinada al fracaso, puede ser un patrón. ¡Descúbrelo en este post!
Con derecho a todo. Sin deber de nada. Cualquier cosa molesta, ofende, ralla, hiere. Rotos, como el cristal.