Quizá conocen la historia de aquel hombre que va al psicólogo y le dice: "Doctor, tengo un problema, a veces cuando estoy solo en mi casa de repente veo a un monstruo enorme de dos cabezas y garras gigantescas, ¿qué me pasa doctor, tiene solución mi problema?" El psicólogo, muy relajado (normalmente somos así), le contesta: "Cálmese, por supuesto que tiene solución, sólo que debe saber que el tratamiento durará alrededor de dos años y le va a costar más de 6000 euros". El hombre, muy convencido, le dice entonces: "No se preocupe doctor, que ya voy yo a mi casa y me hago amigo del monstruo".*
Todos tenemos nuestros monstruos. Y es posible que a lo largo de la vida, vayan evolucionando o cambiando de forma, transformándose, mutando. En mi caso fui un niño muy precoz: con menos de 10 años ya me había hecho amigo de Jack Torrance (Jack Nicholson en El Resplandor), la niña de El Exorcista o la madre de Jason Voorhees en Viernes 13. Lo de amigo es con ironía claro, porque al terminar de ver esas películas me iba a la cama con el miedo en el cuerpo y tenía tremendas pesadillas (y eso si conseguía dormir, claro).
El caso es que hoy, superado el trauma inicial, me encantan las películas de terror y disfruto mucho de ellas. Y no es que no me den miedo, ¡claro que me dan, eso es lo divertido! Conozco mucha gente (y hablo de gente adulta) que no ve pelis de miedo porque les dan miedo... Ejem, ¿hola?
¡Ten miedo, no pasa nada, puede ser divertido! Creo que los adultos que hoy no ven pelis de miedo porque creen que les dan miedo, en realidad han visto muy pocas pelis de miedo. Si hubieran visto más pelis de miedo, si ahora siendo adultos vieran unas pocas pelis de miedo, se darían cuenta de que aquello que les daba tanto miedo, no era para tanto.
Y así con todo en la vida, así con todo.
Los miedos se superan enfrentándolos.
Este próximo Viernes 13, aprovechando el simbolismo de la fecha, organizo un evento de Cineterapia: cine para el crecimiento. Sesión Nocturna: El Resplandor. Para enfrentar nuestros miedos, tanto al cine de terror como a otros miedos más mundanos y cotidianos de los que habla la película. Ya que como dije antes, nuestros monstruos evolucionan, y en mi caso han pasado a ser el señor del banco, la paciente que no mejora, el Ministro Montoro...
Espero hacerme algún día "amigo" de ellos. Hasta entonces, ¡te espero en el evento si estás en Málaga, sólo cuesta 3€ y habrá cinefórum posterior a la película! Y si no puedo verte, recibe al menos como siempre este abrazo...
... y felices pesadillas. Jajajajajajaja!
*Cuento (o chiste) de "El canto de la rana" de Anthony De Mello.