CÓMO CONTROLAR LAS EMOCIONES

10/05/2018

Las emociones son naturales y cumplen una función.

 

Por eso decimos que no hay emociones buenas ni malas. Sólo emociones más agradables y otras menos. Existen incluso emociones dolorosas. Pero ni siquiera éstas se pueden considerar malas. ¿Es el dolor malo?

 

La fiebre es útil para el sistema inmunitario, ya que le permite tomar ventaja sobre agentes infecciosos, haciendo al cuerpo menos receptivo a la replicación de virus y bacterias sensibles a la temperatura. ¿Y qué me dices del dolor que precede al parto? ¿Y el dolor tras la marcha de un ser querido? Esa tristeza es la que nos permite superar la pérdida.

 

Entonces, si decimos que no hay emociones ni buenas ni malas, ¿por qué hablar de controlar las emociones? Entiendo que para muchas personas el término "control" les induzca a pensar en "represión". ¿Quién soy yo para controlar tu vida cuando el dueño de tu vida eres tú?

 

Exacto. Por eso: ¿quién es la emoción para controlar tu vida? El hecho de que tengas emociones no implica que debas cederle el mando de tu vida a esas emociones. Se trata por tanto de controlar no para reprimir la emoción, sino para que la emoción no nos controle. Dominar para que no nos domine. No darle el poder, no ceder el control absoluto a la emoción.

 

Porque entonces la tristeza me puede llevar a pasarme días enteros en la cama, y a no ser que estemos de vacaciones (y normalmente ni por esas) no queremos pasarnos días enteros en la cama, por tanto la emoción ha tomado el control. El miedo nos puede llevar a evitar y por regla general queremos afrontar. La ira nos puede llevar a golpear y... Aunque a veces sí quisiéramos hacerlo, desde luego que no deseamos las consecuencias negativas tras el golpe.

 

¿Cómo conseguimos dominar o controlar la emoción? Desde la posición de observador. Observando la emoción y permitiéndola estar, ser, sintiendo la emoción, porque así es como una emoción se extingue: no reprimiéndola, ahí se queda con nosotros; se extingue sintiéndola.

 

Cuando soy capaz de sentir la emoción aceptándola plenamente, sin pelearme con ella ni conmigo mismo porque se manifiesta, y soy capaz de no dejarme llevar por ella gracias a mi posición de observador de la emoción, a través de la cual dejo ser a la emoción pero no me identifico con ella: la emoción viene, transita por mi, y se va. Cumple su función, pero no me condiciona. No ha tomado el control, no me ha dominado, porque he sido capaz de mantenerme en posición de vigilia (despierto, no adormecido por la emoción) y en esa posición tengo el control.

 

Esto es lo que se trabaja, entrena y desarrolla a través del Mindfulness en Emociones:

 

1. Observar nuestro Universo Emocional.

2. Comprenderlo. Conocernos mejor.

3. Aceptarlo evitando hacer juicios de valor que le den el control a nuestras emociones.

4. Experimentar gratitud ante nuestro sentir porque todas las emociones cumplen una función que nos ayuda a adaptarnos al medio.

5. Y al no sentirme mal conmigo mismo por cómo me siento: mejorar la relación con mi Yo.

 

Este sábado 12 de Mayo de 10:30 a 13:30 en Málaga haré un nuevo Taller de Mindfulness en Emociones para alcanzar paz y bienestar emocional observándonos, desde dentro. Si estás en Málaga y puedes asistir, ¡te espero! Si no, recibe como siempre un abrazo. Y recuerda:

 

La salida del dolor, es a través del mismo dolor.

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