De 2015 a 2017 tuve el orgullo de formar parte del APOL: el servicio de Apoyo Psicológico On Line de la Fundación Punset. Una selección de psicólogos de toda España que contestábamos consultas en torno a problemas de depresión, ansiedad, estrés, pareja, desamor, y muchos otros.
Fue una gran cantidad de trabajo, más de 150 consultas publicadas, y una enorme experiencia de aprendizaje que me llevé y que quiero compartir con vosotros, publicando algunas de las consultas más destacadas que tuve la oportunidad de contestar.
Esta semana: ME DAN MIEDO LOS HOMBRES. Un caso real sobre una situación de abuso sexual, las repercusiones psicológicas que deja en la persona, y los factores de resiliencia a tener en cuenta para superarlas.
CONSULTA
Últimamente por las noches siento una gran tristeza y muchas ganas de llorar que no me dejan concentrarme en otras cosas. Nunca he tenido una pareja, no siento interés, puesto que siempre que tengo un hombre cerca me da miedo, inseguridad y me incomoda mucho. Además no me siento bonita y atractiva. Veo pornografía y me masturbo frecuentemente, casi a diario, ya que me excita, pero a veces creo que es excesivo, y sin embargo no logro detenerme. Cuando tenía 5 años un primo abusó sexualmente de mí. Fue sólo una vez, y yo no comprendí lo sucedido hasta que tuve 12 años, sólo podía recordar el miedo y el llanto. Nadie de mi familia sabe lo que me ocurrió, a pesar de que ellos son buenos conmigo. ¿Todo esto que me pasa es normal, puedo hacer algo, alguien me puede ayudar?
RESPUESTA
Cuando una persona pasa por una situación de abuso, el impacto emocional que provoca esa experiencia es tan fuerte que emoción y recuerdo quedan conectados. Es como si cada vez que recordáramos, quedáramos atrapados por la fuerte reacción emocional que desencadenó el trauma, y lo reviviéramos. Sin embargo, cuando somos capaces de compartir nuestra experiencia, nos alejamos de la emoción y le damos un sentido y un significado a lo ocurrido, lo que facilita factores de resiliencia que ayudan a superar ese trauma.
Contárselo o no a tu familia es una decisión muy personal que sólo puedes tomar tú. Pero compartirlo con personas cercanas en las que encuentres empatía, comprensión y apoyo, será bueno para ti. Al compartir tu caso con nosotros, ya lo has hecho, así que te doy la enhorabuena por ello.
Y es que hay dos formas de salir de un trauma: debilitado, o fortalecido. Cuando comentas que no te sientes bonita y atractiva, es por eso que sientes ese miedo e inseguridad hacia los hombres. Trabajar por tanto tu autoconcepto y tu autoestima, a través de terapia o talleres de crecimiento personal. Será clave para ti, para aceptarte y cambiar así tu relación contigo misma, que será lo que cambie tu relación con los hombres.
La masturbación es algo natural y sano, y la frecuencia de este acto varía mucho en función de cada persona, sólo surgen problemas cuando es tan frecuente que te impide hacer otras actividades. Si no sucede así, si la masturbación no supone una interferencia en tu vida normal, ésta es sana, los sentimientos de culpa asociados a la masturbación no lo son, ni están justificados, ni te son útiles.
Por último, todo lo que te pasa no es ni normal ni anormal, ni raro ni corriente. Es lo que te pasa. Lo que te ha pasado. Pero NO TODO lo que te ha pasado. Aceptar lo malo, y poner el foco de atención en lo bueno y en lo que puedo hacer por mejorar y sentirme mejor conmigo mismo, es la actitud que marca la diferencia entre las personas que sucumben ante las adversidades de la vida, y aquellas que se levantan y logran seguir avanzando y ser felices. Ánimo, puedes hacerlo. Un abrazo.