De 2015 a 2017 tuve el orgullo de formar parte del APOL: el servicio de Apoyo Psicológico On Line de la Fundación Punset. Una selección de psicólogos de toda España que contestábamos consultas en torno a problemas de depresión, ansiedad, estrés, pareja, desamor, y muchos otros.
Fue una gran cantidad de trabajo, más de 150 consultas publicadas, y una enorme experiencia de aprendizaje que me llevé y que quiero compartir con vosotros, publicando algunas de las consultas más destacadas que tuve la oportunidad de contestar.
Esta semana: Problemas de comunicación y desconfianza en la relación. Un caso real que nos puede ayudar a resolver estos problemas muy comunes en la relaciones de pareja, para aprender a construir juntos un espacio compartido significativo al tiempo que se respeta el espacio personal de cada uno.
CONSULTA
Soy una mujer casada desde hace 10 años, tengo 2 hijas y siento que mi vida amorosa no tiene sentido: cada día me encuentro peor con mi esposo, ya que deseo tener más tiempo para terminar mi carrera profesional y desarrollarme en mi trabajo, pero quiere que le dedique más tiempo a él y menos a mi profesión y acabamos discutiendo. A esto se le suman infidelidades y problemas de falta de confianza. No sé si quiero estar más junto a él, porque siento que en lugar de apoyarme en mi vida profesional, me echa en cara todo el tiempo que no le dedico.
RESPUESTA
Para que una relación de pareja funcione es imprescindible que exista una buena comunicación. Los reproches no forman parte de esa buena comunicación. Si los sustituimos por expresión emocional, asertividad y empatía, facilitamos el proceso de resolución de conflictos.
En tu caso, el conflicto es que tú quieres dedicar más tiempo a tu carrera profesional mientras tu marido te demanda más tiempo para él. ¿Es necesario sacrificar una de las dos demandas, para que la otra se realice? En psicología encontramos tres estilos relacionales según el tipo de apego: las relaciones basadas en apego ansioso, las basadas en apego distante, y las basadas en un apego seguro o maduro. Estas últimas son las más sanas, y en ellas los miembros de la pareja aprenden a encontrar un equilibrio para que coexistan el espacio exclusivo de cada uno y el espacio compartido, esenciales ambos para el bienestar conjunto. Mi recomendación: que os sentéis los dos a hablar tranquilamente para buscar soluciones que os hagan llegar a ese equilibrio.
Sin embargo, queda otro asunto pendiente. La confianza es otro de los pilares de una relación, y aquélla queda muy deteriorada tras una infidelidad. Eso no quiere decir que no se pueda superar y volver a reconstruir esa confianza, muchas parejas lo hacen. Si quieres continuar con tu marido es una decisión que sólo te concierne a ti, y si la tomas, trabajar los problemas de comunicación y de desconfianza con un terapeuta de parejas, os puede ser de gran ayuda. Ánimo, un abrazo.