En mi último post sobre Mindfulness resumía la dinámica de la Atención Plena en tres pasos:
1. Observar.
2. Aceptar.
3. Dirigir.
Cuando sucede un fenómeno, ya sea externo o interno, si soy capaz de observarlo libre de juicios y valoraciones, aceptándolo por tanto tal como es, eso me permite redirigir mi atención hacia otros fenómenos quizá más agradables o productivos (o productivos precisamente por ser agradables).
Hoy voy a examinar algunas de las resistencias psicológicas que nos impiden aceptar los fenómenos. Son:
1. Los "¿por qué?". ¿Por qué me ha pasado a mí, por qué me pasan estas cosas, por qué no puede ser de otra manera? Estos "por qué" en definitiva son: negación. Me resisto a asumir que lo que es, es, independientemente de las causas, ha pasado. Cuidado: estos "por qué" son distintos a los que nos llevan a analizar el origen de los fenómenos para tomar decisiones en función de mi procesamiento de la información. Estos "por qué" nos conducen a la acción, los otros "por qué" la bloquean, porque me centro en negar los hechos.
2. El enfado. La negación me lleva al enfado, el enfado alimenta la negación, ¡y los "por qué" son precisamente la gasolina del enfado! Si niego un fenómeno, me estoy diciendo, de manera constante y machacona, "esto no debería ser así", por lo que me sentiré muy frustrado e impotente, ya que las cosas no son nunca como deberían ser, las cosas son, y la frustración y la impotencia me llevan a un estado de enfado en el que no consigo salir del círculo vicioso de la negación: no debería ser - pero es - no lo acepto - me enfado - porque es que no debería ser...
3. "¡Es injusto!" Es una expresión verbal más, al igual que los "¿por qué?", que centra mi memoria y mi atención, mis pensamientos por tanto, y mi energía (porque a través de los pensamientos consumimos energía), en la negación. Pensar que algo es injusto es volver a pensar que "no debería ser así"... cuando no puede ser de otra forma. Distinto es que valoremos un fenómeno como injusto y esa valoración nos lleve a emprender acciones para liberarnos de ese fenómeno o transformarlo. Pero habrá veces (y me temo que muchas) que no puedas hacer nada y no te quede más camino que la aceptación. Recuerda entonces esta frase: "Pensar que la vida tiene que ser justa contigo porque eres buena persona es como creer que un león no te comerá porque eres vegetariano".
4. La intolerancia a la diferencia. Es decir, esto es lo mismo que decirse: "él o ella, el otro, no debería ser así, no debería tratarme así, debería saber o entender..." El otro no te debe una mierda. El otro es como es y punto, y seguramente, es diferente a ti, simplemente por ser "otro". No puedes cambiar al otro, sólo puedes facilitar su propio cambio (cambio que depende de él, no de ti) y tratar de cambiar vuestra forma de relacionaros (comunicación, resolución de conflictos...), o bien, si no es posible, alejarte lo más posible del otro. Pero todas estas decisiones quedan bloqueadas si persistes en la idea de que el otro no debería ser...
5. Los famosos, molestos y temidos "y si". ¿Y si yo hubiera hecho o dicho o no hubiera hecho ni dicho? ¿Y si pasa esto, y si pasa lo otro? Los "y si" nos transportan continuamente al pasado y al futuro, al pasado y al futuro... A lo que pudo ser, a lo que podría ser. Nos alejan por tanto del presente, del aquí y ahora, y niegan lo que es. Lo "y si" del pasado son negación de un fenómeno que ocurrió y ya no se puede cambiar, los "y si" del futuro son intolerancia a la incertidumbre, negación de nuestra propia incapacidad de no saber lo que va a pasar, de que sólo podemos saber lo que está pasando AHORA.
¿Qué podemos hacer por tanto para no dejarnos manipular por estos malditos demonios de la consciencia humana, nunca dejarnos caer en sus trampas de pensamiento?
¡NO!
¡Toma negación! :D Somos humanos, ¡perfectamente imperfectos, por tanto!, el Mindfulness no nos va a volver seres absolutamente serenos y equilibrados que nunca se dejan perturbar por los fenómenos. No se trata de no caer en la negación, sino de no hundirse en ella. A través de la práctica de la Atención Plena, de la disciplina en la observación, la aceptación y la dirección de la atención, puedes adquirir capacidad para salir de esas dinámicas de negación, pero por supuesto que te vas a seguir enfadando a veces, y preguntándote "¿por qué?" y diciéndote "y si". La clave está en darte cuenta, ser consciente de lo poco que te ayudan esos pensamientos, y salirte de ellos.
Otra cosa más: recuerda que los fenómenos pueden ser externos, e internos. Así, si me digo que no debería estar triste, o me enfado conmigo mismo por tener miedo y me llamo cobarde, o entro en bucles de por qué me enfado sin llegar a entender mi ira, estaré alimentando esos estados emocionales y, por supuesto que no se trata de no sentir tristeza, miedo o ira... pero tampoco tienes que casarte con esas emociones.
Este sábado 6 de Abril hago en Málaga el Taller de Mindfulness en Emociones II, para aprender más sobre nuestra capacidad de observar y aceptar nuestro vasto Universo Emocional, y superar las resistencias psicológicas que niegan y agrandan nuestras emociones. Si estás en Málaga para la fecha te espero, si no recibe y acepta ¡este abrazo!