A menudo me encuentro en terapia pacientes muy preocupados por el futuro: ¿conseguiré mis objetivos, seré capaz de encajar, voy a ser lo que los demás esperan de mí... seré feliz?
A menudo es difícil darse cuenta de que son precisamente estas preocupaciones las que nos impiden ser felices HOY.
¡Y es que somos unos apretaos! ¿Pero qué significa esta expresión, qué es "ser apretado"? Desde luego no viene en ninguna clasificación diagnóstica de patologías mentales, y sin embargo, ser apretado puede ser el origen de muchos trastornos psicológicos y emocionales. Porque para mí ser apretado significa ser muy duro e inflexible con uno mismo, tener una visión rígida de cómo tienen que ser las cosas.
Y entonces cuando las cosas, o yo mismo, no sean como yo había pensado que debían ser, me sentiré muy desdichado por ello.
Ser apretado (y creo que muchos de nosotros tendemos a serlo) implica ligar felicidad a resultados:
- Debo aprobar ese examen, y si no, ¡catástrofe!
- Tengo que ser capaz de mantener mi empleo, y si no, ¡la hecatombe!
- He de conseguir siempre, todo lo que me proponga, y si no, ¡será el fin del mundo!
Son esos "y si no", es decir, la sensación de amenaza de que las cosas no salgan como tengo previstas, lo que provoca las preocupaciones que hoy me quitan mi felicidad.
La pregunta que toca después de este análisis creo que es clara y contundente: ¿cómo coño consigo despreocuparme?
Sobre la teoría es fácil: despriorizando. Aquello que no tiene tanta importancia para mí, deja de ser una preocupación. Así, si le quito importancia a los objetivos, los resultados, lo que se espera de mí, el éxito y fracaso, la aprobación y el rechazo... me despreocuparé.
Sobre la práctica es difícil: porque vivimos en una cultura donde todo eso es importante. Alcanzar mis metas, triunfar, encontrar aprobación, lo quiero, es importante, y no porque un psicólogo loco como usted me diga lo contrario va a dejar de ser importante para mí.
Lo sé, lo sé... Para mí también es importante. La cuestión es: ¿qué es lo más importante? ¿A qué le vas a dar mayor prioridad en tu vida?
Una vez le pregunté a un paciente (Antonio, fuiste tú) qué era lo más importante que había hecho en el día. Me mencionó varias tareas relacionadas con su trabajo. Le dije que no, que eso no era lo más importante que había hecho en el día. "¿Qué entonces?", me preguntó. "Abrazar a tus hijos", le contesté. Y estuvo completamente de acuerdo.
Las tres cosas más importantes, con diferencia, que encuentro en la vida de todo ser humano, y puedes no coincidir conmigo, pero para mí son sin duda las tres cosas más importantes en la vida de cualquier ser humano, son:
PAZ HUMOR AMOR
- ¿Tuviste paz hoy? ¿Fuiste capaz de encontrar un momento para relajarte: haciendo deporte, leyendo, paseando, viendo una serie que te gusta, disfrutando de la ducha, practicando yoga o meditación, tomando un té, escuchando música, simplemente no haciendo nada? Bien, entonces tuviste paz.
- ¿Tuviste humor hoy? ¿Hiciste algo divertido, viste u oíste cualquier cosa que te arrancó una carcajada, estuviste o hablaste con alguien que te sacó una sonrisa? Bien, entonces tuviste humor.
- ¿Tuviste amor hoy? ¿Compartiste tu tiempo con familiares, amigos u otros seres queridos? ¿Ayudaste a alguien, sentiste el apoyo de otra persona? ¿Valoraste el tener agua, comida, un lugar en el que dormir... te sentiste simplemente agradecido por estar vivo? Bien, entonces tuviste amor.
Si te recuerdas a menudo que estas tres cosas y no otras, son lo más importante, todo lo demás se despriorizará, lo verás como algo secundario, importante quizá, pero no vital, y entonces tus preocupaciones, se debilitarán.
Dos matices inevitables:
1. La salud es también muy importante, sí. Pero no la controlamos, al menos no del todo. Nuestro estado de salud depende mucho de factores biológicos y ambientales. Lo único que puedo decirte al respecto es que hay muchas personas con enfermedad crónica o con discapacidad y que son felices porque tienen paz, humor amor. Relajarte, reírte y sentir amor hacia los demás y hacia la vida, sí que depende de ti.
2. No se trata de estar relajados y de buen humor todo el tiempo. Se trata de establecerlo como prioridades. Tener paz, humor y amor es lo prioritario en la vida y por tanto, conseguir otra serie de cosas, que pueden ser menos accesibles o sostenibles, y entonces motivos fáciles de preocupación, son valores secundarios.
Así que, no lo dudes, propóntelo como máxima vital, sustituye el "conseguir" para estar bien, por el simplemente HACER. ¿Hacer qué? Lo que tú quieras, pero sobre todo que te haga:
- Reír.
- Amar.
- Y sentirte en paz contigo mismo y con tu vida.
Y eso, es felicidad.
¡Un abrazo!