AHORA O NUNCA

18/09/2019

Cuando abordamos el estudio de la conducta humana desde una perspectiva psicológica, hay un factor de predicción del comportamiento de las personas y que conocemos como contingencia.

 

Sabemos que las decisiones y acciones del ser humano están motivadas o bloqueadas por sistemas de recompensa y castigo: la recompensa refuerza una conducta mientras que el castigo tiende a reprimirla o erradicarla.

 

Sin embargo, para que ese sistema funcione, es necesario que las consecuencias de la respuesta sean consistentes en el tiempo (para que no concluyamos que el fruto de nuestras acciones ha sido producto del azar) y también contingentes: a una respuesta determinada le sigue una consecuencia más o menos inmediata.

 

Si la consecuencia es lejana en el tiempo, a las personas nos cuesta mucho más asociar aquella con nuestra conducta.

 

Y eso es lo que está pasando hoy, ayer y, como no hagamos algo ahora, mañana, con el cambio climático. Nos estamos cargando el planeta pero como no somos capaces de ver las consecuencias ya, no erradicamos nuestra conducta de autoaniquilación ni la transformamos por otro conjunto de comportamientos que sean compatibles con la vida.

 

Porque, aunque ya se estén notando algunos efectos, tendemos al sesgo de disponibilidad, que en este caso implicaría subestimar las probabilidades sin tener en cuenta los verdaderos datos sobre cambio climático, porque la información más accesible (y que tiendo a pensar, equivocadamente, que es la más creíble) es la de nuestras personas más cercanas, y no la de los científicos. Así, como la gota fría, las inundaciones, las olas de calor, etc. ya las vivieron nuestros padres y abuelos, ¡tampoco está pasando nada del otro mundo!

 

Qué nos dice la ciencia: que el mundo se va directamente a la nada. Que en varias décadas el derretimiento de los polos y consiguiente aumento del nivel del mar, la desertización y los niveles de contaminación global van a hacer muy difícil la vida en este planeta, debido a los desplazamientos de población, la falta de recursos y las enfermedades. Y esto no lo van a vivir tus tataranietos. Esto lo van a vivir tus hijos.

 

No esperes a que las consecuencias se hagan reales. ¡Actúa ya! Desde este viernes 20 de septiembre al siguiente viernes 27 se van a realizar acciones en todo el mundo (en todo el mundo) promovidas por los jóvenes para exigir a los gobiernos medidas reales contra el cambo climático. Estas acciones van desde manifestaciones a huelgas generales. Dependiendo de la ciudad varía el día de la huelga: puedes seguir el calendario de acciones en tu ciudad clicando en este link.

 

Yo haré mi huelga el 27 de septiembre en Málaga, no trabajaré ese día, mi consulta permanecerá cerrada, perderé dinero... pero merecerá la pena si ganamos vida para este planeta. ¡Ojalá! ¡Contribuye, haz que sea histórico! ¡Un abrazo!

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