Vuelvo a rescatar algunos de mis posts antiguos más leídos. Así, revisamos ideas muy útiles a las que siempre viene bien hacer un repaso. Porque en psicología tan importante es lo que conviene aprender, como desaprender, como recordar.
Esta semana, un post que publiqué en Psicocode en julio del 2015, EL DUELO ROMÁNTICO, que nos habla de las distintas fases por las que podemos pasar tras una separación sentimental y algunas claves para facilitar el proceso de duelo. Espero que os guste y os sea útil.
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El duelo romántico o duelo por ruptura sentimental es un proceso de ajuste emocional después de la pérdida de la relación de pareja. Este proceso incluye diferentes etapas que no se dan de forma ordenada, sino que pueden solaparse y mezclarse, y no todo el mundo pasa por todas las etapas, aunque son bastante comunes. Estas etapas son:
- Impacto. Nos quedamos en shock. No nos creemos lo que nos ha pasado. “¿Cómo es posible que se haya terminado lo nuestro si iba a ser para siempre?”
- Negación. La incapacidad de aceptar que se ha terminado. “Esto es sólo pasajero, ya volverá, y si no, ya la recuperaré”. Altamente perjudicial sobre todo esa última expectativa.
- Tristeza. Sensación de vacío. El sentimiento de pérdida puede llevar, en esta etapa, a la depresión, que es cuando nos estancamos en ese estado emocional, y ahí se vuelve muy recomendable solicitar ayuda de un psicólogo.
- Culpa. Se tiende a pensar qué es lo que se hizo mal, lo que no se hizo, lo que se podría haber hecho distinto para retener a la otra persona… Y se menosprecian las responsabilidades del otro.
- Ira. Hacia la otra persona, aunque también hacia personas ajenas a la relación, como familiares o amigos. Nos percibimos como víctimas que han sufrido una injusticia y sacamos una rabia y rencor exagerados.
- Aceptación. Aceptar que la relación ha terminado es el principio del fin del proceso; nos liberamos de esa relación que ahora ya forma parte del pasado y recuperamos nuestra energía para invertirla en el aquí y ahora.
- Reconstrucción. Cuando dejo de prestar atención y energía en el pasado y empiezo a ocuparme de mí mismo y de mis necesidades y deseos. Como por ejemplo, conocer gente nueva, dedicarme a aficiones, emprender proyectos.
Existen una serie de recomendaciones sobre aquello que nos facilita la superación de un proceso de duelo romántico. La primera y más importante es: hay que pasar por el proceso de duelo romántico. Eso supone transitar por el dolor que nos provoca la ira, la culpa o la tristeza. El proceso no tiene una duración estándar ni hay fórmulas mágicas, pero sí hay cosas que se pueden hacer y no hacer para que ese proceso no se eternice y no se viva de manera tan intensa y limitante. Son las siguientes:
- Conocer el duelo romántico y sus etapas. Gracias a esto uno llega a entender que las emociones por las que pasa después de una ruptura, aunque dolorosas, son normales, lo que ayuda a desdramatizar y a no desesperase, en definitiva: a no sentirse peor por sentirse mal.
- Corta cualquier forma de contacto con la otra persona. Elimínala del Facebook, bloquéala en el whatssap, evita ver sus fotos en el ordenador… Durante este proceso de duelo se produce lo que se conoce como el efecto de la mariposa en llamas. ¿Sabéis de esos insectos que no pueden evitar acercarse a la luz a pesar de que el calor que irradia puede llegar a matarlos? Pues eso. Aléjate de las llamas, por mucho que te atraiga su luz.
- No idealices. Otro efecto muy común que se produce durante un proceso de duelo romántico es la atracción por la frustración. Imaginaos: nuestra relación con la otra persona iba fatal, nos tirábamos los trastos a la cabeza y, sin embargo, ha sido terminar y de repente pensamos que era perfecta, nuestra media naranja… Estamos idealizando, como cuando nos enamoramos de esa persona. Y es que nos atrae lo que no tenemos. Evita esa idealización recordando lo que para nada merecía la pena, lo que no te gustaba o incluso llegabas a odiar.
- Ocúpate de tu vida. Que durante el duelo emociones como la tristeza y la rabia estén muy presentes no es incompatible con que sigas trabajando, saliendo con tus amigos, asistiendo a reuniones familiares… Aunque no tengas ganas, fuérzate un poco, ya que en la medida en que seas capaz de recuperar tu vida normal, antes saldrás del proceso.
- Y, sobre todo, ni se te ocurra llegar a la conclusión de que porque se te esté haciendo largo o porque todavía te acuerdes de la persona, eso significa que nunca te recuperarás del golpe. Date tiempo, no te culpes por tener recuerdos. La duración de un duelo depende de cada persona y nadie, ni el mejor psicólogo del mundo, te puede asegurar que tu proceso de duelo durará un determinado tiempo.
Pero lo que yo sí te puedo asegurar es que se sale de ese proceso.
Os dejo para terminar un fragmento literario que creo que describe de forma magistral el proceso de duelo romántico... y su superación:
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Llevo varios años tratando problemáticas relacionadas con el duelo romántico o la crisis de pareja, así que si necesitas ayuda, puedes contactarme aquí.
Cuestiona todo lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.
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