ME SÉ LA TEORÍA... PERO CÓMO LA APLICO A LA PRÁCTICA

27/11/2016

A todos nos ha pasado. Sí, a mí que soy psicólogo también. Más de una vez. Sí, vale, muchas veces...

Leemos libros de autoayuda o psicología científica,  vamos a conferencias y talleres, vemos documentales...  Adquirimos un montón de  conocimientos útiles para la gestión de nuestras  emociones y pensamientos y aún así... ¡Aaaagh, mi  vida es un completo desastre, ¿por qué no se me  queda nada de lo que he aprendido?!

En este post trataré de dar algunas claves para pasar de la teoría, a la práctica. Comenzamos:

  1. En primer lugar: lo que te pasa es que todavía no has aprendido nada, sino que estás dentro de un proceso de aprendizaje. Después de adquirir conocimientos, toca aplicar esos conocimientos, y para eso se requiere: tiempo, tolerancia a la frustración porque te equivocarás mucho (lo cual es normal y necesario), tiempo, reforzarte a ti misma valorando cuando lo haces bien, más tiempo...
  2. En segundo lugar: tu vida no es un completo desastre, estoy seguro. No puede ir todo mal, no puedes hacerlo todo mal. Quizá lo que te pasa es que pretendes leerte un libro de Jorge Bucay o ver una conferencia TED, y de repente convertirte en el Ser más feliz y más en paz del mundo. No existe ese Ser, nunca te vas a convertir en él, y no pasa nada. Soy psicólogo, colaboro con la Fundación Punset, he escrito un libro, escribo sobre psicología y bienestar semanalmente en este post y... ¡a mí también me pasa! También la cago, como todos. ¿Sabías que Jorge Bucay ha reconocido en alguna de sus obras haber pasado por una depresión? ¿Sorprendente? No, lo más normal del mundo.
  3. Todo lo que leas, escuches o veas, seguramente, aun cuando sea información de calidad, es información general (como estas claves que estoy dando). Si quieres aplicar orientaciones, pautas o estrategias que se dan a nivel general, tienes primero que conocerte muy bien a ti mismo. ¿Cuáles son tus debilidades, cuáles tus fortalezas, en qué fallas, en qué aciertas, qué miedos, traumas, barreras psicológicas, bloqueos o complejos te impiden avanzar, y de qué recursos dispones para superarlos? Por cierto, sí: la terapia psicológica funciona, y mucho, para conocerse mejor a sí mismo y entonces empezar a aplicar la teoría de la autoayuda a nuestro caso particular.
  4. Haz un registro. Apúntate. Digamos que tienes un problema para controlar tu ira. Cada vez que aparezca ese problema, apúntalo: qué desencadenó tu ira, qué sentiste, qué pensaste, cuál fue tu respuesta, cuáles las consecuencias... Esta información te ayudará a estar más alerta la próxima vez. Digamos que luego has adquirido una serie de estrategias para controlar la ira: apuntar las situaciones en las que no has aplicado esas estrategias te aportará una información valiosa para recordar hacerlo la próxima vez; apuntar las situaciones en las que sí has podido aplicarlas también te da una información valiosísima: cuando quiero, puedo, y el resultado entonces, mejora.
  5. Fíjate en aquéllos que han pasado por problemas o situaciones similares a los tuyos y los han superado. Qué hicieron, qué fue lo que les funcionó, qué dificultades encontraron y cómo lograron superarlas. Esta información, al ir dirigida directamente a nosotros, podemos asimilarla mucho mejor que un texto, una conferencia o un vídeo que va dirigido a un público amplio. Tener un modelo, o acceder a él, nos inspira.
  6. Valórate cada paso que des hacia tu objetivo, cada pequeño logro puede ser mucho más importante de lo que piensas. Hace poco hacía un taller en el que una mujer reconocía una fobia a los pollos, y ahora era capaz de ir a la tienda, ver un pollo y saludarlo con un "¡hola!". Para una persona sin esa fobia puede parecer una minucia, pero para ella es toda una osadía. Dale el valor que se merece a cada pequeña gran osadía que te atrevas a hacer, y de la misma manera, relativiza mucho los fracasos porque como ya dije, forman parte del proceso de aprendizaje.
  7. Y por último, pero no menos importante: no subestimes nunca el poder de la actitud. Muchas veces nos obsesionamos con el cómo: "pero cómo lo hago, ¿¿¿cómo???, dame herramientas, por favor, técnicas, estrategias, ¡¡¡soluciones!!!" A veces la única solución posible reside en el darse cuenta: me doy cuenta de que esta forma de pensar y actuar no me sirve y a partir de ahí adquiero la actitud (el compromiso con uno mismo) de cambiar esta forma de pensar y actuar.

Cambia lo que puedas cambiar. Acepta lo que no. El bienestar personal no reside en cómo ser feliz, ya que aprendemos cómo ser  felices  durante toda la vida, y hay  tantas  maneras de serlo. Pero la  decisión  de  ser feliz es una, y es  una  decisión  que puedes tomar  HOY.

Un abrazo. 

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