Nos acercamos al, para muchos, muy temido 14 de febrero, y Cupido está a punto de salir a volar para apuntarnos con sus flechas el muy hijo de...
Perdonadme. Los que me conocéis ya sabéis que mi enemistad con San Valentín surge hace siete años, cuando hice mi primer taller "Desarmando a Cupido. Eliminación de Creencias Tóxicas sobre el amor". Y es que, desde que vengo desarrollando mi labor terapéutica, no han sido pocas las personas que han pasado por mi consulta y talleres víctimas del desamor.
Algo va mal en el amor cuando hay tantas personas que sufren por amor. Y no me refiero a enamorarse y desenamorarse; eso es algo normal. El amor es un encuentro y el algún momento (a los dos días, a los ochenta años) se produce el desencuentro. Pero, ya sea dentro de una relación como cuando se produce la ruptura, si sufrimos de forma intensa y prolongada, bien puede ser porque nuestras creencias y pensamientos están haciendo que nos relacionemos de manera tóxica con el otro o, lo que es peor, con nosotros mismos.
Nuestra forma de pensar el amor puede ser muy decisiva también a la hora de establecer patrones de comportamiento a través de los cuáles salimos perjudicados en la elección de la persona con la que deseamos estar. Bien porque siempre nos va a rechazar o bien porque la relación está destinada al fracaso desde un principio. Y esto se vuelve algo recurrente, un "siempre me pasa lo mismo". No, no te pasa. Siempre haces lo mismo. Solo que no te das cuenta.
Sirva este post para aflorar lo inconsciente y dotarnos de un poco de luz con la que servirnos para esquivar las flechas envenenadas de Maldito Cupido:
- ¿Te dejas llevar demasiado por la atracción sexual? No me gusta llamarla "atracción física" ya que la atracción que podemos llegar a sentir por alguien abarca más que lo puramente físico (la forma de expresarse, de actuar, el estatus, el olor, la voz...). En definitiva, la atracción sexual está marcada por las primeras impresiones, por una información muy superficial. Luego, hay que conocer bien a la persona y descubrir si, además de atraerme, es una candidata real a ser una buena compañera de vida. Hay veces que estamos tan cegados por la venda de la atracción sexual que, aunque las señales de incompatibilidad sean evidentes, seguimos adelante. Y es que el amor es ciego... pero la razón no debería serla nunca.
- ¿Crees que te autoboicoteas? Hay personas que tienen miedo a una relación, por sus inseguridades, por el miedo a la intimidad o por miedo a volver a pasarlo mal si la relación no funciona. Otras, simplemente, se sienten estupendamente estando solteras pero la presión social de tener una pareja les hace dudar de sí mismas. Entonces, como no se atreven a tener una relación o como no quieren, inconscientemente eligen a personas con las que será muy difícil que nazca algo de verdad: personas con las que no se da reciprocidad, que tienen pareja o cuyas diferencias son casi insalvables (por ejemplo, que uno de los dos quiera tener hijos y el otro no, o que vivan en lugares muy lejanos). Y así una y otra vez. La salida del bucle en el caso del miedo a la intimidad sería trabajar esas inseguridades a nivel terapéutico. En el caso de la persona que ama su soledad, no hay nada de malo, ¡no estamos obligados a estar en una relación! Pero si aparece una persona en tu vida con la que te gustaría estar y te da pereza porque te gusta estar solo, has de saber que estar en una relación no implica perder el espacio exclusivo que te gusta dedicarte a ti. No se puede tener todo. A veces el secreto está en dejar la puerta entreabierta, darse la oportunidad de conocer, y si va bien, bien, y si no, ¡al menos habrás probado!
- Otros. Los orígenes de esos patrones de enamorarnos de "quien no debemos" pueden ser tantos como personas existen, ya que es la historia de cada cual, esa que forja nuestra personalidad (forma de pensar y actuar) la que va a explicar el por qué de nuestras desafortunadas elecciones. Por lo tanto, cuando hacemos terapia psicológica y se produce el tan deseado insigth (toma de consciencia), es decir, cuando descubro el porqué de mis errores en el pasado, las consecuencias de los mismos y las alternativas que hay a mi alcance para corregir el tiro... ¡entonces es cuando Cupido ya no tiene nada que hacer!
No se trata de enamorarnos con la cabeza, ya que eso es imposible. El amor es visceral, es un sentimiento. Nace del corazón (o, si nos atenemos a lo científico, del sistema límbico, la parte del cerebro que se ocupa de las emociones... el corazón del cerebro). Sigamos enamorándonos con el corazón... pero sin perder la cabeza. Siempre poniéndole consciencia y buen juicio. Para amar y amarnos mejor.
Este año, debido a la COVID-19, no podré hacer el taller que hago todos los años acercándose el 14 de febrero, ¡pero no pasa nada!, porque en su lugar voy a hacer una charla online a través de videoconferencia. ¡Y además es gratuita! Será el viernes 12 de febrero de 19:00 a 20:30. En este enlace tienes más información: https://www.elgabinetededavidsalinas.es/evento/62/video-conferencia-desarmando-a-cupido
Cuestiona todo lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.
Si te gustó el post, no te lo quedes solo para ti, porfa, compártelo.
Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo
Y con corazón y con cabeza, ¡recibe este abrazo!