Este pasado domingo fue el Día del libro y aproveché para publicar un vídeo en mi canal de Youtube ensalzando los beneficios terapéuticos de la lectura. Sin lugar a dudas, los libros, los buenos libros, son de los mejores psicólogos con los que podemos encontrarnos.
Y ahora, con motivo además de que este jueves 27 de abril hago con Rocío Vinceiro (pedagoga y formadora de mindfulness) el Taller "Cuando la palabras curan", en el que ofreceremos un espacio para la inteligencia emocional, el mindfulness, y la lectura y escritura terapéutica, quería rescatar este post que escribí y publiqué hace ya algunos años para el portal Psicocode. Y es que la escritura, como vas a ver ahora, es una poderosísima herramienta de autoconocimiento, expresión y transformación. ¡No te pierdas el usarla!
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“Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito.” Haruki Murakami, Tokio Blues.
Creo que la siguiente imagen describe visualmente bastante bien lo que quería decir el amigo Murakami.
Las personas del Siglo XXI vivimos con la atención focalizada casi en exclusiva hacia lo externo: TV, publicidad, Facebook, Whatsapp… Es la era en la que más estímulos externos recibimos, fruto del auge de las nuevas tecnologías. Por ello, no estamos acostumbrados, ni educados, a prestarle atención a lo interno, a nuestro mundo interior: sensaciones, pensamientos y emociones. Pero…
Eso no quiere decir que nuestro mundo interior no requiera nuestra atención.
Si bien desde la psicología sabemos que la introspección excesiva se asocia con la depresión (bucear demasiado dentro de uno mismo puede hacer que te “ahogues”), la realidad es que la tendencia actual no es esa. Huimos de nuestro mundo interior, por miedo a encontrarnos con habitantes desagradables, que no nos gustan: emociones incómodas, pensamientos negativos, dolor… Es la consecuencia lógica que se deriva de “bucear” en otros pantanos, los del hedonismo. Somos parte de una sociedad que venera el placer y rechaza el dolor. Sin embargo, el dolor forma parte de la vida.
Y por mucho que huyamos de él, hay veces en las que toca a la puerta. Y cuando nos tapamos los oídos para no oírle, grita. Y cuando dejamos pasar el tiempo, el conflicto que generó aquel dolor se une a nuevos conflictos que acaban atascándose en nuestro mundo interior y provocando un embrollo psicológico como el del hombre de la viñeta.
Existen diferentes maneras para desembrollar a través del contacto con nuestro mundo interior. Una es el diálogo interno, otra la meditación o mindfulness centrada en las emociones, y otra es sobre la que quiero extenderme ahora: la Escritura-Terapia.
¿En qué consiste la Escritura-Terapia?
Precisamente en escribir sobre tus sensaciones, emociones y pensamientos. No solo eso: también contextualizar (describir la situación), cómo han influido esos eventos internos en tu actitud o conducta, qué respuesta has dado, cuáles han sido las consecuencias.
También puedes escribir una alternativa, una especie de happy-end, por ejemplo: “Ahora entiendo que estar continuamente dándole vueltas al problema sólo me genera tristeza y agobio, así que voy a ponerme a hacer algo distinto que me ayude a salir de este estado”. Y ya puestos, para los más duchos en el arte de escribir, podéis poneros con la Escritura-Terapia Creativa: escribir un cuento, una poesía o un post puede ser una magnífica herramienta para liberar emociones.
Facilidades para la Escritura-Terapia.
No te limites por pensar que lo tienes que hacer muy bien, la finalidad de esta herramienta no es publicar un libro, así que no te bloquees por no encontrar la expresión gramatical más correcta para expresar tus ideas, simplemente escríbelas.
Acepta que a veces puede resultar una tarea incómoda, porque vamos a escribir sobre sensaciones, pensamientos y emociones que no nos gustan, pero al final es un ejercicio sanador; como cuando sales a correr o vas al gimnasio: te cansas, te duele, pero cuando te metes bajo la ducha, ¡ah, qué relax! Y al principio, como todos los hábitos, costará más, encontrarás mayor resistencia a hacer uso de la Escritura-Terapia, pero así pasa cuando nos proponemos iniciar cualquier actividad nueva: cuesta arrancar, pero luego todo va sobre ruedas.
Utilidades de la Escritura-Terapia.
Facilita la expresión y comprensión emocional; nos sirve para ordenar ideas y descubrir conflictos internos; nos proporciona un análisis de la relación entre lo que pensamos y sentimos y nuestra propia conducta y su funcionalidad; potencia nuestra autoconciencia y autoconocimiento; sirve para desahogarnos; conseguimos observar nuestro estado interior desde una perspectiva más externa y neutral.
La gran ventaja de la Escritura- Terapia.
Con el mindfulness tratamos de observar la experiencia interna como meros espectadores a través de la meditación. Con la Escritura-Terapia este propósito se puede alcanzar de manera más sencilla, porque las sensaciones, pensamientos y emociones quedan capturadas en palabras, sobre el papel. La relevancia y el sentido de fatalidad que adquieren esos eventos internos cuando se mueven dentro de nuestro yo y no los afrontamos, se reduce ahora a un “mero texto que estoy observando, que tengo delante mía, y que no puede hacerme nada”.
Y esas sensaciones, pensamientos y emociones dejan ya de dominarnos. Ahora que las tengo delante, puedo enfrentarme a ellas. Y entonces, entonces por fin soy libre.
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Cuestiona todo lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.
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Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. Y, hablando de escribir y de libros, tengo dos muy chulos (o eso creo): Prevención y afrontamiento del estrés laboral y La dictadura de la felicidad.
¡Y espero verte en el taller del jueves, si estás por Málaga! ¡Un abrazo!