VITAMINAS PARA EL CRECIMIENTO PERSONAL

22/04/2025

Recientemente me terminé el libro Todo está jodido. Un libro sobre la esperanza (curioso e irónico título), y como ya he hecho otras veces cuando un libro me ha gustado mucho, comparto aquí algunas cita del autor, Mark Manson (el mismo de El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda), para que las tomes como perlas de sabiduría interior y vitaminas para tu crecimiento personal. ¡Vamos allá!

 

- Tú no puedes controlar tus emociones, cerebro racional. El autocontrol es un espejismo. [...] Pero sí tienes el control del significado. Ese es tu superpoder. Es tu don. Puedes controlar el significado de tus impulsos y sentimientos. Puedes descifrarlos como consideres oportuno. [...] Y eso es algo muy poderoso, porque es el significado que asignamos a nuestros sentimientos el que, con frecuencia, puede alterar la manera en la que el cerebro emocional reacciona ante ellos.

 

- El problema no es que no sepamos cómo evitar que nos den un puñetazo en la cara. El problema es que, en un momento dado, probablemente hace mucho tiempo, nos dieron un puñetazo en la cara y, en vez de devolver el golpe, decidimos que lo merecíamos. (Entre paréntesis pondré alguna nota mía: en esta cita, por ejemplo, el autor habla de la culpa y la autocrítica)

 

- No existe el cambio sin dolor, no hay crecimiento sin incomodidad. Por tal razón, resulta imposible convertirse en alguien nuevo sin llorar primero la pérdida de aquel que éramos antes.

 

- Los valores (Que son los grandes mediadores de las emociones; según nuestros valores, así nos sentiremos) no pueden cambiarse mediante la razón, solo mediante la experiencia.

 

- Amor fati, para Nietzsche, significaba la aceptación incondicional de toda vida y experiencia. [...] Significaba amar tu propio dolor y abrazar tu propio sufrimiento. Significaba acabar con la separación entre tus deseos y la realidad. No aspirabas a tener más deseos, sino que, simplemente, deseabas la realidad. [...] En resumen, significaba: no tengas esperanza en nada. Ten esperanza en lo que ya existe. [...] Ese es nuestro desafío y nuestro deber: actuar sin esperanza. No esperar nada mejor. Ser mejor. En este instante y en el siguiente. Y en el siguiente. Y en el siguiente. [...] Todo está jodido. Y la esperanza es la causa y efecto de que todo esté jodido.

 

- Un adulto es capaz de rehuir su propio placer por sus principios. (Aquí el autor diferencia al adulto, a la persona verdaderamente adulta, de un niño, que se mueve por su placer, y de un adolescente, que tiene un enfoque más transaccional. El niño es egoísta; el adolescente también, pero da a los demás, esperando recibir algo a cambio; el adulto es capaz de dar sin esperar nada a cambio, simplemente porque su actuación es acorde a sus principios)

 

- La búsqueda de la felicidad es un valor tóxico que ha definido nuestra cultura desde hace mucho tiempo. Es contraproducente y engañosa. Vivir bien no significa evitar el sufrimiento; significa sufrir por las razones adecuadas. Porque, si vamos a vernos obligados a sufrir por el mero hecho de existir, por lo menos intentemos aprender a sufrir bien.

 

- Nuestra tolerancia al dolor, como cultura, va disminuyendo con rapidez. Y esta disminución no solo nos impide ser más felices, sino que genera mayores cantidades de fragilidad emocional, razón por la cual todo parece estar tan jodido.

 

- La vida es un río interminable de dolor, y crecer no es encontrar la manera de evitar ese flujo, sino, más bien, de zambullirse en él y recorrer sus profundidades.

 

- Dar a la gente demasiadas de las distracciones que quiere es un juego muy peligroso. Primero, mucha gente quiere cosas que son horribles. Segundo, mucha gente se deja manipular con facilidad para querer mierda que en realidad no quiere. Tercero, alentar a la gente a evitar el dolor mediante más y más distracciones nos hace más débiles y más frágiles.

 

- La sobreabundancia de distracciones y la falsa libertad que eso produce limitan nuestra capacidad para experimentar la libertad real. Cuantas más opciones tenemos, cuanta más variedad nos ponen delante, más difícil resulta elegir, sacrificar y concentrarse. Y, en nuestra cultura actual, vemos este dilema a diario.

 

- En las dos últimas décadas, la gente parece haber confundido sus derechos humanos básicos con no experimentar ninguna incomodidad. Se quiere libertad para expresarse, pero no se desea tener que enfrentarse a opiniones que podrían resultar incómodas u ofensivas. Las personas quieren libertad de empresa, pero no quieren pagar impuestos para apoyar la maquinaria legal que la hace posible. Quieren igualdad, pero no desean aceptar que la igualdad exige que todo el mundo experimente el mismo dolor, no que todo el mundo experimente el mismo placer.

 

¡Y hasta aquí! ¿Qué te ha parecido? Espero que te hagan meditar.

 

Cuestiona, en esta ocasión, todo lo que dice Mark Manson; la duda nos acerca más a la verdad.

 

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Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. También tengo un par de libros.

 

¡Y recibe este abrazo!

 

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