Desde 2015 tengo el orgullo de formar parte del APOL: el servicio de Apoyo Psicológico On Line de la Fundación Punset. Una selección de psicólogos de toda España que contestamos consultas en torno a problemas de depresión, ansiedad, estrés, pareja, desamor, y muchos otros.
Desde entonces, una gran cantidad de trabajo, más de 150 consultas publicadas, y una enorme experiencia de aprendizaje que me llevo y que quiero compartir contigo, publicando algunas de las consultas más destacadas que he tenido la oportunidad de contestar.
Esta semana: La culpa me mata tras haberme separado de mi pareja. Creo que es un fenómeno bastante habitual y por eso espero que este caso ayude a muchas personas. Un abrazo.
CONSULTA
Poco antes de que mi tercer hijo cumpliera su primer año, no sé por qué, la vida, el destino. ... se me cruza en el camino alguien y al poco tiempo ya estaba totalmente enamorado. Me separo, comienzo esta relación y a día de hoy estamos muy enamorados y con muchos proyectos. El problema que tengo es con mi ex y los niños: no me quieren más, ni quieren verme, la madre les llena la cabeza de ideas en mi contra, ni sé si con razón o no. Yo amo con toda mi alma a mis hijos y no quiero perderlos por nada del mundo. No sé si lo que me pasó o la decisión que tomé de separarme está bien o mal, el tiempo lo dirá, pero hay veces en que la culpa me mata por no haberme quedado quieto y dejar las cosas como estaban. Tengo sentimientos encontrados que me están destruyendo...
RESPUESTA
Vamos a empezar por esos sentimientos de culpa que tanto daño te están haciendo. Hazte la siguiente pregunta: ¿qué decisión fue la que tomaste tú, la de no volver a ver a tus hijos, o la de unirte a una persona de la que te has enamorado? ¿Es posible entonces que te estés echando la culpa por una decisión que no has tomado tú? Y: ¿está la culpa solucionando el problema, haciendo posible el acercamiento con tus hijos, o al contrario mantiene focalizada tu atención sobre el problema o carencia, sin hacer posible de este modo una búsqueda efectiva de soluciones?
La culpa es una emoción y como tal, no es buena ni mala, es humana. Las emociones cumplen una función, y en el caso de la culpa, facilita la empatía, el darnos cuenta del daño hecho, y por tanto, facilita también el llevar a cabo una conducta reparadora para compensar o corregir ese daño. Precisamente la facilitación emocional es uno de los componentes de la Inteligencia Emocional y se refiere a cuando nuestras emociones nos facilitan procesos cognitivos de mayor calidad, como un mejor proceso de toma de decisiones.
Un fenómeno cognitivo que nos demuestra que la culpa está siendo disfuncional, es el pensamiento rumiativo: darle vueltas y vueltas a un problema o suceso sin buscar una solución. Y es precisamente la búsqueda de soluciones la que nos puede sacar de ese proceso rumiativo. Así que en lugar de preguntarte si hiciste bien, si deberías haber actuado de otra forma, o por qué lo hiciste, asume que tomaste una decisión, que esa decisión no implica necesariamente separarte de tus hijos, y pregúntate qué puedes hacer en el aquí y ahora para conseguir lo que quieres, que no es otra cosa que recuperarles. Ánimo, un abrazo.